Aparecido en la Revista „Paracelso“  Número 4/2011, 6/VIII, (Pagina 11-14) Deutsch English

Con “Aire de Montaña” y “Barozyklon”

En su consultorio de naturapatía en Ludwigsburg (Alemania) el doctor Anatoli Matenko utiliza máquinas rusas de bio-medicina de alta tecnología y sugiere una terapia especial -con resultados curativos extraordinarios.

Ulrich Arndt

A primera vista el consultorio no se ve importante. No obstante, contiene algo que probablemente no se ha encontrado en ningún sitio fuera de Rusia: un conjunto de máquinas rusas de bio-medicina de alta tecnología, que normalmente se reservan a las celebridades políticas y militares y adinerados pacientes privados rusos. Matenko consiguió llevar las unidades de terapia a Alemania gracias a muchos años de contacto personal con el “Centro de Desarrollo Científico Clínico“ del Ministerio de Salud de la Federación Rusa y con el reconocido inventor y médico, Profesor Fomin PhD, que cosa inusual, es profesor de medicina y de biofísica en Rusia. Es realmente peculiar que lo que se considera estar en el nivel más alto de la medicina ortodoxa en Rusia, y cuya efectividad está comprobada a través de importantes estudios clínicos, se considere aquí (en Alemania), como “medicina alternativa”. Por eso, Matenko, que nació en Estonia, a pesar de su amplia carrera y calificaciones médicas en Rusia y Estonia como médico, especialista de enfermedades pulmonares, psiquiatra y terapeuta de adicciones, practicó la naturopatía desde su migración a Alemania en 1992.

Desde la “A” como “Anotron”...

Cuando se entra en la sala de tratamiento, una especie de cabina de sauna de cristal, atrae inmediatamente la atención: el “Barozyklon”. Este es la primera unidad de terapia moderna que ha desarrollado el Profesor Fomin. No obstante, en su interior el paciente no comienza a sudar, sino que se expone a un suave cambio de pulso de compresión.“ De esta manera se ejercitan los vasos sanguíneos, se “descalcifican” y como resultado, recuperan la elasticidad”, explica Matenko. Según el campo de aplicación del “Barozyklon” médicamente probado, generalmente el poder del cerebro mejora, la presión sanguínea se normaliza y todos los órganos se entrenan y rejuvenecen. Por supuesto, yo probé la máquina: el bombeo empezó con un sorbo para transformar el aire interior de la pequeña cabina, en breves cambios de mayor a menor presión. Pero apenas podía notarlo, no es para nada estresante -solamente percibí en el aire una ligera diferencia en la presión, como la que se siente cuando se conduce hacia arriba o hacia abajo de una colina. Matenko asegura que “Se puede lograr un éxito asombroso especialmente después de una apoplejía cerebral o un ataque de corazón, en aproximadamente cuatro a seis semanas”.

Alfabéticamente, la primera máquina desarrollada por el Profesor Fomin para su vanguardista “Complejo biofísico de curación” es el “Anotron”. En un simple soporte, cuelga un disco a través del cual todo el cuerpo es bañado por un campo eléctrico de tensión especial. De esta manera el equilibrio ácido de los tejidos se normaliza, los órganos se desintoxican, y se curan las inflamaciones. El “Anotron” tiene un fuerte efecto antioxidante e inhibidor de tumores, y el cuerpo se vuelve más resistente a los factores ambientales perjudiciales como las toxinas médicas y la tensión de la radioactividad, microondas y teléfonos móviles, Matenko cita del registro médico, y continua el informe: “Lo utilizo principalmente para el tratamiento de cualquier tipo de dolor, en neuralgias, depresión, envenenamiento por metales pesados y para desintoxicar y purificar.” Hay una larga escala de otras máquinas para posibles tratamientos, desarrolladas en su mayor parte por el mismo Profesor Fomin, o que Matenko adicionalmente incluye en su concepto terapéutico -todos ellos están de acuerdo con los “criterios médicos ortodoxos” como enfatiza el naturópata- por supuesto, esto se hace según los estándares rusos, no alemanes, pues estos últimos están mucho más atrasados en estos métodos biofísicos. Por ejemplo, también está el llamado “regulador de los tejidos celulares moleculares” donde, a través del contacto con la piel, el paciente es perfundido con 3000 voltios por micro segundo. Lo que se percibe como unos pequeños pinchacitos se dice que normaliza todas las funciones de los tejidos y regenera las células. Por eso disminuyen las inflamaciones en las articulaciones (artritis), el dolor nervioso y diversas inflamaciones en los órganos y tejidos. Las cicatrices prominentes y los excesos óseos desaparecen, se aflojan los calambres, y se disuelven los cálculos de riñón y vesícula. También se reequilibran las actividades de los intestinos y las glándulas.

En las alergias, para fortalecer el sistema inmunitario, y para una curación mejor de las heridas, Matenko utiliza el “Etrans”. También se pueden aliviar la migraña, el dolor y la artrosis a través de la ayuda de esta electro-estimulación trans-craneal (estimulando el cerebro a través del hueso craneal).

Un tipo especial de gafas con diodos de luz que envían débiles señales de luces a la retina estimulando al nervio visual y la zona del cerebro, puede equilibrar el sistema nervioso vegetativo, aliviar la miopía y el estrabismo convergente, e incluso puede ayudar en enfermedades como las cataratas, mácula y glaucoma.

El poco técnico “método del aire de la montaña” ayuda a fortalecer el sistema inmune. Aquí, el paciente inhala una mezcla fina del aire estimulante de montaña, de una altitud de aproximadamente 5800 metros sobre el nivel del mar. Los científicos Rusos descubrieron que los niños en el útero se alimentaban en parte con este “aire de montaña” solamente, lo que reforzaba el sistema inmunológico -y en los adultos este mecanismo todavía funciona.

Además de otras máquinas biofísicas, también existen registros de tipos modernos del bien conocido hemograma. De ese modo, se definen los linfocitos y los corpúsculos blancos especiales, también llamados neutrófilos segmentados, y los resultados entran en un software. Este último, determina individualmente la medicina herbal apropiada, como la raíz de Taiga Siberiana o ginseng, y según a la “terapia de activación del Profesor Garkawi”, se genera el número apropiado de gotas que se tienen que tomar. De hecho, los médicos vieron que las sustancias herbales tenían un efecto significativamente mejor, cuando la dosis diaria tomada variaba y seguía determinado algoritmo.

Asombrosos resultados curativos

Matenko aplica un número de estos métodos innovadores biofísicos a cada paciente. “Se puede ayudar a entre un 60 y 70 por ciento de los pacientes que no se pueden ayudar a través de la medicina ortodoxa”, asegura el terapeuta. “No obstante, todas estas máquinas no pueden hacer nada, a menos que también haya un tratamiento de la conciencia y de la psique. El patrón de la enfermedad se tiene que borrar de nuestra “computadora biológica”, en el cerebro”,señala claramente Matenko. Para lograrlo usa una especie de terapia sugestiva que ha refinado. “Toda enfermedad deja huellas en el cerebro. Tenemos que encontrar estas huellas e influenciarlas”. Obviamente, los resultados de su tratamiento le dan la razón:

Christa Biedermann de 75 años de edad enfermó de los dos ojos, una degeneración macular de ojos lacrimosos, por la cual su vista se restringió fuertemente -su ojo derecho sólo podía ver el 10%. El tratamiento clínico del ojo -con inyecciones entre otras cosas- podía parar las manchas de sangre en el ojo, en el mejor de los casos, y detener el progreso de la enfermedad. Después de 4 semanas del tratamiento de Matenko, el estado general de su salud inicial mejoró considerablemente. “Puedo dormir mejor por la noche, el estado de ansiedad que vengo sufriendo desde hace casi veinte años casi ha desaparecido, y el tinnitus que me acechaba desde hacía 5 años, también se ha reducido considerablemente”, me dijo Christa Biedermann. “Mi presión sanguínea es más estable, y por esto he podido reducir mi medicación casi a la mitad. En total, estoy mucho más relajada y me puedo concentrar mejor.” Después de dos semanas más de tratamiento con Matenko, la mancha de sangre en el ojo desapareció, para la sorpresa del especialista de los ojos. La habilidad de ver también mejoró un poco. “Puedo reconocer caras y orientarme sola en mi cocina” dice encantada. El tratamiento continúa y se supone que producirá más mejoras.

Frieda Weber, de 66 años de edad, sufrió dolor articular y muscular durante más de 40 años, que más tarde se diagnosticó como fibromialgia. Desde 1992 tomaba entre siete y ocho analgésicos diariamente; algunos años después se convirtieron en 12, y adicionalmente, cada 8 horas usaba un analgésico extremadamente fuerte. Desde 1997 se volvió adicta a las píldoras, sufrió efectos secundarios como prurito, alteraciones del sueño, disnea, ataques de sudor, molestias en el estómago y los intestinos y falta de concentración. “Gracias al programa de tratamiento de Matenko mi dolor se ha aliviado hoy en día un 80 por ciento”, dice. “Ya no soy adicta a las píldoras, ya no tengo ataques de sudor y tanto el prurito como la falta de aire,han disminuido. Se han regularizado las deposiciones. Soy capaz de llevar una vida normal, algo que ya no consideraba posible”.

“Tendrás seguir adelante con tu dolor de cabeza y no podrás practicar deportes de alto rendimiento” fue el resumen médico al despedir a Christian Bette. Se le diagnosticó mononucleosis y tres golpes en la parte trasera de la cabeza sufridos en una caída, como la causa del dolor de cabeza fuerte y constante que lo había atormentado durante casi un año. “Después de algunas semanas de tratamiento con el Sr. Matenko mi dolor desapareció, y hoy puedo practicar el deporte de nuevo”, explica Christian Bette agradecido.

Sólo fueron necesarios siete tratamientos con el Barozyklon y otros métodos, para quitarle a Martha Kulbarts de 75 años de edad, sus ataques de mareo y reducir la presión sanguínea alta y “encontré un nuevo interés en la vida”, comenta la jubilada.

Anatoli Matenko puede dar fe de muchas curaciones sanadoras asombrosas y de pacientes agradecidos debido a estas máquinas de terapia inusual; pero sin embargo, apunta: “Después de todo, lo más importante es la mente. También tenemos que influenciar positivamente el “programa de la enfermedad” en nuestra conciencia y no solamente en el cuerpo biofísico”. En su opinión, la correcta combinación de los dos es su “secreto curativo”.